Los varados

Al ritmo de la música levantas vuelo
al ritmo de mi voz,huís sin desconsuelo

Si te acaricia el viento lo recibís con prisa
Si te acaricio yo,no me das ni una sonrisa

Por dentro y por fuera,no encontramos la manera
no debemos seguir,pero algo nos une
Juntos imposible, menos separados
Con vos es arriesgarse,y del amor me siento inmune

Si te mira el peligro lo desafías con agallas
Si te miro yo..construís murallas


Si caminar juntos es caminar separados
en el camino a lo perfecto quedaremos varados

Domesticarte vale la pena?

Odio los gatos.
Es una rara forma de empezar pero es una parte de mi que siento necesaria para que me conozcan un poco más,la realidad es que siempre fui mas amante de los perros,los gatos no eran de mi devoción y mucho menos un animal que me hubiera gustado tener.
Toda la vida fui así,si se me acercaba un gato yo me alejaba,por mas que sea chiquito,grande,con manchitas,de todos los colores a mi me causaba rechazo,no podía mantener una relación de dueño-mascota por que no me interesaba en lo absoluto.
El perro esta atento,te sigue y depende de vos,conoce todos tus movimientos y se da cuenta cuando te pasa algo,por lo tanto recurre a consolarte con solo una mirada o unos mimos,el perro siempre fiel va a hacerte sentir que sos la persona mas importante por lo menos para él.Y eso es lo que necesitaba.
En cambio el gato es independiente,arisco y cambiante de humor,básicamente la relación que tengas con tu gato va a depender de él,de hecho podría afirmar que si uno tiene un gato pasa directamente a ser su mascota,es como si se invirtieran los roles,una teoría mía que no es muy loca si analizamos.
En toda mi vida nunca sentí una atracción hacia este tipo de animales,pero todo cambió en estos días.
Mi papá que vive en rosario tiene un gatito chiquito y con manchitas,al principio la tensión que se daba cuando estábamos en un mismo cuarto se notaba,yo simplemente no toleraba a ese gato,por la simple cuestión de que me desagradaba,pero con los días se me acercó de a poco y lo adopté como mascota temporaria. No podía creer que podía estar acostada y acariciando a un gato,hasta me sorprendí cuando empezó a ronronear ya que nunca presencie ese momento anteriormente,pero me gustó,debo admitir que me gustó.
Durante días el gato me buscaba y yo lo mimaba un rato,después se iba y si yo lo buscaba no me daba bola,eran puros desencuentros los nuestros,de amor y odio.
La sensación de  rechazo que sentía cuando me abandonaba de un momento al otro me hacia odiarlo nuevamente,pero cuando volvía esperando cariño de mi parte por alguna extraña razón yo volvía a caer "en sus garras"
En fin yo me fui de rosario creyendo que esta relación fugaz con los gatos había terminado
Sin darme cuenta que en buenos aires en realidad ya había adoptado uno...